¿Es difícil que su hijo se esté quieto?
¿Su hijo actúa sin pensar primero?
¿Empieza por hacer algo y no lo termina?
Si es así, es posible que padezca del trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Casi todas las personas a veces muestran algunas de estas conductas, pero el TDAH persiste más de 6 meses y causa problemas en la escuela, el hogar y en circunstancias de carácter social.
El TDAH es más común entre los niños que entre las niñas y afecta entre el 3 y el 5% de los niños
Las principales características del TDAH son:
Falta de atención
Hiperactividad
Impulsividad
No se sabe exactamente cuál es la causa del TDAH. E
Existe una tendencia familiar, de modo que puede haber factores genéticos.
Algunos factores ambientales también pueden influir.
Una evaluación completa realizada por un profesional capacitado es la única manera de saber con seguridad si su hijo padece de TDAH. El tratamiento puede incluir medicinas para controlar los síntomas, terapia o una combinación de ambos.
La estructura del hogar y la escuela también son importantes.
El entrenamiento para los padres y los hijos con terapia es la mejor forma de ayudar.
Fuente: Instituto Nacional de la Salud Mental
Señala aquellos síntomas y criterios que se cumplan:
Existen dos criterios
Criterio A: Bien 1 (Inatención) ó bien 2 (hiperactividad-impulsividad)
- Cinco o más de los siguientes síntomas de desatención han persistido por lo menos durante 6 meses con una intensidad que es desadaptativa e incoherente en relación con el nivel de desarrollo:
- Frecuentemente es descuidado en las actividades diarias.
- Frecuentemente parece no escuchar cuando se le habla directamente.
- Frecuentemente no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido en las tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades.
- Frecuentemente tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades lúdicas.
- Frecuentemente no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargo u obligaciones en el centro de trabajo (no se debe a comportamiento negativista o a incapacidad para comprender las instrucciones).
- Frecuentemente tiene dificultad para organizar tareas y actividades.
- Frecuentemente evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (como trabajos escolares o domésticos).
- Frecuentemente extravía objetos necesarios para tareas o actividades (como juguetes, trabajos escolares, lápices, libros o herramientas).
- Frecuentemente se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes.
- Cincos o más de los siguientes síntomas de hiperactividad-impulsividad han persistido por lo menos durante 6 meses con una intensidad que es desadaptativa e incoherente en relación con el nivel de desarrollo:
Hiperactividad
- Frecuentemente habla en exceso.
- Frecuentemente mueve en excesos las manos o los pies o se remueve en el asiento.
- Frecuentemente abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en las que es inapropiado hacerlo.
- Frecuentemente corre o salta excesivamente en situaciones en las que es inapropiado hacerlo (en los adolescentes o adultos puede limitarse a sentimientos subjetivos de inquietud.
- Frecuentemente tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio.
- Frecuentemente ‘está en marcha’ o actúa como si ‘tuviera un motor’.
Impulsividad
- Frecuentemente precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas.
- Frecuentemente tiene dificultades para guardar turno.
- Frecuentemente interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros (p.ej., se entromete en conversaciones o juegos).
Criterio B: Algunos síntomas de hiperactividad-impulsividad o de desatención que causaban alteraciones estaban presentes antes de los 7 años.
Algunas alteraciones provocadas por los síntomas se presentan en dos o más ambientes, por ejemplo, en la escuela y en casa.